Hoy terminé el libro que lleva el título "Una carta a mi padre", este libro fue publicado por Conapred. El tema: La historia de una persona transexual con discapacidad.
Comencé a leerlo, el prologo fue escrito por Gilberto Rincón Gallardo. . . el señor presenta el libro de una forma maravillosa, pidiendole al lector que se imagine que está soñando, y en ese sueño su cuerpo está peleado con su alma.
La protagonista: Irina Echeverria.
Irina es una mujer admirable, me sorprende su fortaleza al relatar su historia, ya que no lo hace desde un papel de victima, sino de aprendizaje y superación. Ella comparte su vida, desde que tiene tan sólo 6 años y le practican una operación para extirpar un tumor inexistente, ella padece una enfermedad, que ahora no recuerdo el nombre, pero es degenerativa. Cuenta como su padre pertence al partido comunista, siendo discriminada desde entonces . . . cuenta algo poco usual o que no se escucha, como que pasó los mejores días de su infancia dentro de la carcél yendo avisitar al padre.
Ella platica de su viaje a Rusia para ser tratada por médicos y la soledad que vivío dado el abandono físico de su padre en momentos dolorosos de su enfermedad, nos narra, también, los estragos de nacer con pene y ser restringido a tener sentimientos atribuidos a las mujeres. A su vez, nos permite ver a su pareja de 10 años con la que tuvo una boda increíble en Cuba y la que actualmente es su mejor amiga. También vémos la discriminación por parte de la sociedad mexicana, la falta de respeto que ella sufre no tan sólo por como se ve, si no por su discapacidad.
Sí, en efecto ella es víctima de la discriminación de la vida cotidiana que sufrimos TOD@S, sólo que ella es aún más discriminada por no cumplir los estándares de la discriminación, sí porque hay reglas, por ejemplo si estás jodido pues por jodido y naco, o si manejas algún carro en específico o si crees en algo o por la música que escuchas, sin embargo todas estas discriminaciones se vuelven una para criticar algo nuevo, algo que no conocen algo que no es digno de esta cultura, suena gracioso pero sí, la discriminación discrimina.
El libro permite una sensibilización, claro está si tienes una mente que a leerlo ve a una persona humana, que siente y llora. Recomiendo Una Carta A Mi Padre ampliamente